Esta entrada de blog sólo es para hacerles llegar una presentación que relata una experiencia propia. No sé si se adapta a alguna estrategia de enseñanza (de esas tan bonitas que aprendemos en la Facu) o si responde a alguna escuela pedagógica. Muchas veces, las cosas que nos pasan todos los días no tienen absolutamente nada que ver con aquello que estudiamos... ¡Menos mal!
Porque esto nos plantea un reto constante como docentes, nos permite innovar en nuestra propia práctica y también desautomatizarnos un poco. Llegar a la clase y tratar de transmitir nuestros conocimientos es uno de los anhelos que tenemos como educadores, pero creo que en este momento, con estos chicos, también debemos transmitir las ganas de aprender, la alegría de estar en la escuela, el incentivo para afrontar los desafíos difíciles que nuestros alumnos tienen, más allá del colegio...
Espero que les guste.
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