Dos colegas, uno con experiencia y otro sin, dialogan sobre los primeros pasos en la docencia:
-Vos hacete
amiga de los porteros, porque te llevan mate, pero primero llevá un paquete de
yerba o facturas. Y nunca preguntes
nada, el que pregunta pierde.
- ¿Y en el
aula?
- En el aula
marca distancia, para que te respeten, no diferencia de vos más, yo menos,
distancia. Y exponelos cuando bardean a otro compañero.
- Pero tenés
que hablar…
-Nunca me
funcionó nada que me hayas dicho. Son cuarenta pibes, lo que hacés es una hora y
media de buscar clima de trabajo, te terminan quedando media hora de clase. ¡No
sabés lo que hizo Santiago hoy! ¡Los amotinó! La mesa es un tablón grande y
tienen que pasar por arriba para salir, sino se tienen que levantar todos. Y se
me fueron a buscar mesas por toda la escuela, tuve que llamar al vicedirector,
lo cagamos a pedos.
-¿Por qué no
hay más mesas?
-(…)- me mira
como preguntándome ¿realmente no sabés en las condiciones que trabajamos en esa
escuela?
-No es culpa
de Santiago entonces, pero podés ayudarlos a organizarse, que armen un Centro
de Estudiantes.
-Ya les dijo
la de historia.
-¿Y?
-Nada.
-Perdiste un
poco el eje.
-No boluda, la
práctica es una cosa, la teoría es otra.
-Es un
discurso de mierda ese. Vos te acordás, cada uno se pone un anteojo y ve del
color que quiere…
-No es tan así
-Pará. Yo
configuro la realidad en mi cabeza primero, las pienso a las personas y voy
indefectiblemente construyendo preconceptos. Hablá más, dialogá más con ellos.
Aunque también sienta que no nos preparan realmente para lo que nos
enfrentamos, no puedo echarles la culpa de todo a los chicos. Ni pensar que
todo podemos solucionarlo, obvio que hay cosas que nos exceden, pero tomalo más
humanamente, no seas careta.
-Yo ya acepté
que me voy a convertir en un cascarrabia, facho y dinosaurio dentro de poco.
Pero a veces, hay momentos, momentos en los que vale la pena viste.
-Como en la
vida.
-¿Tomamos unos
mates?
-No trajiste
yerba.
No hay comentarios:
Publicar un comentario